Entre todos los productos de Dafna's (por su alta calidad, por sus buenos resultados, por su gozosa aplicación, por su componente psicoemocional) es para mí muy complicado elegir un favorito. Pero creo que lo tengo, y es Detoxify. Lo he ritualizado tanto que ya es un placer anticipar el momento de aplicármelo, como quien se recrea, antes de que suceda, en un momento hermoso que ha de venir. Me fascina su doble función (mascarilla y exfoliante), así como los dos pasos que esta implica: la nutrición profunda como bálsamo (primero) y la conversión en fina arena de masaje (después). El resultado es espectacular: la piel (sorprendentemente después de una exfoliación) está en calma y en su mejor momento de jugosidad y belleza. Tengo comprobadísimo que, después de usarlo, no solo yo me veo bien, sino que los demás también lo notan y me lo dicen: "Qué joven te veo", "Hoy tienes el guapo subido", "Qué buena cara"... son comentarios reales y frecuentes el día en que me aplico este producto. Incluso un amigo mío, médico estético, hace poco me preguntó: "¿Tú te has hecho algo?"; pues sí: "Me he hecho un Detoxify", pensé secretamente. Por eso, para mí este producto de Dafna's en particular es una apuesta segura. Es la promesa, en mi estantería, de un placer que sé que puedo alcanzar.