La pigmentación de la piel depende directamente de la síntesis y distribución del pigmento llamado melanina. La formación de melanina se puede modificar activando la enzima tirosinasa, que inhibe la síntesis de melanina.

La hiperpigmentación se produce cuando se registran niveles de melanina superiores a lo normal en nuestro organismo. Factores como los desequilibrios hormonales, el fotoenvejecimiento, los radicales libres y los rayos UVA aprovechan este desequilibrio para convertir esos altos niveles de melanina en manchas visibles en tu piel.

La hiperpigmentación también puede ocurrir como resultado de afecciones de la piel, como la inflamación causada por afecciones como el acné.

- Tono de piel desigual

- Manchas más oscuras y claras

- Piel apagada

Para tratar la hiperpigmentación es necesario utilizar ingredientes que inhiban la síntesis de melanina como:

1. Complejo avanzado de antioxidantes, como Jengibre y Melano™.

2. Vitaminas como la vitamina C y B3 (niacinamida)

3. Carbón activo para absorber los radicales libres y reducir su efecto sobre la piel.

También necesitarás:

1. Constancia en el tratamiento. Para lograr resultados en hiperpigmentación necesitas entre 2 y 3 meses.

2.Protegerse del sol con fotoprotector (SPF), sombreros, gafas de sol...y evitarlo en la medida de lo posible, sobre todo en las horas centrales del día.

Las hormonas del estrés producidas sistémica o localmente (por las células del folículo) podrían producir una inflamación que impulsa la producción de radicales libres. Los radicales libres son moléculas inestables que dañan las células y provocan un empeoramiento en pigmentaciones cutáneas.

Existen gestos y movimientos que puedes realizar con tu cuerpo para ayudar a que tu energía interna fluya correctamente y dejar ir bloqueos y tensiones. Por ejemplo, el sentarte durante algunos minutos con la espalda recta y relajada, manteniendo tu mirada hacia el frente y tus hombros descansados hacia abajo. Llevar la conciencia hacia tu columna vertebral para enderezarla por dentro y por fuera, permite tomar seguridad, confianza y alinear tus centros de energía. Esta postura ayuda naturalmente a purificar tu cuerpo, tu mente y tus emociones porque aporta estabilidad, firmeza y centro.

Cierra tus ojos suavemente y comienza a tomar respiraciones profundas para conectarte con tu estado interno. Ahora visualiza como la energía va irradiando desde tus manos hacia todas las partes de tu cuerpo. Siente cómo se calma tu mente, alineando tus pensamientos y dejando ir aquello que provocaba ansiedad o agotamiento.

Lleva toda tu atención a la zona de tu entrecejo y permite que esta zona se relaje y se amplíe. Recuerda que está relacionada con la intuición y el conocimiento superior de lo que te rodea y de ti mismo. Concéntrate y visualiza cómo la energía purifica tu cabeza, tu cuello, tus cejas y tus ojos.

Cuando te sientas listo, imagina como toda esa misma energía comienza a descender por tu columna y atraviesa todo tu cuerpo, saliendo a descargarse a la tierra desde tus pies. Siente cómo estás soltando, haciendo espacio para una nueva y limpia energía y cómo estás renovando tu campo energético, refrescando cada célula, cada órgano, cada hueso.