¿Sabías que antiguamente las personas visitaban las cuevas de sal para mejorar la respiración, la salud de la piel y reducir el estrés? Hoy en día, el masaje con piedras de sal del Himalaya proporciona un amplio abanico de beneficios tanto a nivel físico como mental.
La sal rosa o del Himalaya se obtiene a través de la explotación de minas de sal, como es el caso de las plantas salinas del Himalaya, donde se extrae la sal manualmente y luego se trabaja para darle la forma deseada.
Cada una de nuestras piedras de sal del Himalaya es 100% artesanal. Está pulida a mano , por lo que cada una es única, variando ligeramente de tamaño, color y forma.
¿Cuál es su composición?
La piedra de Sal contiene cantidades variables de minerales como: cloruro de sodio, calcio, potasio, magnesio, óxido de sulfuro, manganeso, flúor, yodo, zinc, cromo, cobre, cobalto, hierro (al que debe su color rosa) y oro.
Si hay un elemento que destacar, sin duda, es el Magnesio, un mineral fundamental para nuestra salud y que ayuda a recuperar la vitalidad y suavidad naturales de la piel.
Este mineral se encuentra disponible en diferentes alimentos pero, en muchas ocasiones no se absorbe bien y por eso, a través del masaje con la piedra de sal vamos a aportar propiedades rejuvenecedoras, equilibrantes e hidratantes a la piel.
¿Qué 4 beneficios principales aporta el masaje con la piedra de sal?
1. Exfoliación suave y equilibrio del pH
Mediante el masaje con la piedra de sal logramos eliminar las células muertas que se acumulan en la superficie de la piel, reducir los pelos enquistados y conseguir unificar el tono de la piel, dejándola más bonita, suave y luminosa.
Además, gracias a la exfoliación facilitamos la absorción de los activos cosméticos que aplicamos a posteriori y conseguimos un bronceado más bonito y duradero. (No exponerte al sol el mismo día que realizas la exfoliación. Esperar al menos 24 horas. Recuerda hacer exposiciones progresivas y siempre con protección solar).
2. Activación de la circulación sanguínea y eliminación de toxinas
Al ejercer movimientos circulares y en sentido ascendente logramos activar la circulación de retorno venoso y el sistema linfático por lo que es ideal para combatir retención de líquidos, celulitis y piernas cansadas.
Si tienes tendencia a acumular líquidos, sobre todo con la llegada del calor en primavera-verano o durante la fase premenstrual, te será de gran ayuda realizar el masaje con la piedra de sal tibia (o incluso fría) insistiendo en tobillos, rodillas y glúteos.
3. Alivio del dolor muscular y de las articulaciones
Gracias a la composición en sodio y magnesio de la piedra de sal aporta una acción antiinflamatoria. Esto unido a los efectos tonificantes y analgésicos del masaje, ayuda a combatir los dolores crónicos* de articulaciones y de la musculatura.
Ideal para antes y después de hacer deporte especialmente si sueles sentir rigidez o agujetas en los músculos.
*En dolores agudos es más recomendable emplear frío para bajar la inflamación, si es tu caso consulta con tu fisioterapeuta o médico.
4. Reducción de los niveles de estrés
Esta técnica con piedra de sal ayuda a crear una sensación de paz y relajación profundas, disminuye los niveles de estrés y ayuda a promover un sueño más profundo.
Para lograr una experiencia muy relajante, es importante que realices los movimientos lentos y con consciencia. Estás invirtiendo en ti un tiempo que mereces. Y eso te hace sentirte mejor, tanto por dentro como por fuera.
¿Cómo se usa?
La piedra de Sal forma parte de nuestro Ritual Corporal de 3 pasos, un ritual completo y efectivo que previene el envejecimiento prematuro y la celulitis, con el que por fin lucirás una piel radiante, hidratada y juvenil.
Se utiliza en el 2º paso tras aplicar Harmony Oil, de esta manera reducimos la fricción de la piedra en la superficie de la piel dando lugar a una exfoliación delicada y controlada.
Al tiempo que masajeas el cuerpo y activas la circulación, la piedra se va desgastando y la sal penetra en la piel, lo que ayuda a que se absorba mejor tanto el aceite como los minerales de la piedra.
Ergonómica: gracias a su forma ovalada facilita su agarre en la mano y abarca una gran superficie de la piel para el masaje.
Para un automasaje efectivo y sensorial
1. Realiza movimientos circulares siempre en sentido ascendente: desde los pies y tobillos hasta el glúteo; y desde las manos hasta los hombros. Insiste más en las zonas rugosas como rodillas y codos y las más propensas a la celulitis como muslos y glúteos.
2. Mantén una presión suave y controlada en zonas delicadas como la cara interna de las piernas y brazos, tobillos y abdomen.
3. Para obtener el mayor beneficio, calienta la piedra. Solo tienes que pasarla por agua muy caliente y después secarla bien con una toalla.
TIP: a medida que la piedra se va gastando, la superficie se vuelve rugosa. Un truco para pulirla y dejarla suave de nuevo, es frotarla con una toalla. Para que sea realmente eficaz es importante que la piedra esté mojada.
Evita masajear sobre la piel dañada o con heridas y las zonas más sensibles o si tienes la piel muy delicada (evita pecho y escote).
Después del masaje con la piedra de Sal, el tratamiento se completa con Youth Recovery Bio-activo Serum un potente concentrado que además de dejar la piel suave, hidratada y fresca, proporciona un tratamiento eficaz contra el envejecimiento y la piel de naranja.
¿Estás embarazada?
Puedes aplicar Harmony Oil para calmar, nutrir y mantener tu piel hidratada. Pero por principio de precaución evita el masaje con la piedra de sal y la aplicación de Youth Recovery Serum porque contiene cafeína.
He creado este Ritual Corporal para que luzcas tu cuerpo y te sientas cómoda al ponerte un pantalón ajustado o una falda corta. Quiero que te sientas bien en tu propia piel, que esta se vea suave, luminosa, nutrida, con menos piel de naranja... que te sientas mejor contigo misma.
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* Esperamos más evidencia científica sobre la absorción de los minerales a través de la piel con el masaje con piedras de sal y sus beneficios